Todo está conectado y nos afecta de distintas maneras
Las anomalías oceánicas son capaces de cambiar el tiempo y el clima de nuestro país y de otras zonas del planeta
¿Que podría pasar en un futuro y en los siguientes meses? Mañana domingo decimos

La atmósfera, los océanos y quién sabe hasta que punto el resto del universo provoca cambios sobre nuestro planeta que son muy relevantes. Hoy vamos a tratar el tema de los océanos, que son una gran parte de energía.

El Mediterráneo a finales de verano y principios del otoño se dan anomalías muy positivas que dan lugar a fenómenos tormentosos importantes, incluso con lluvias torrenciales. Este aumento de las temperaturas del mar Mediterráneo con el aire algo más fresco de la atmósfera, provoca ese contraste necesario para el "motor" de las nubes de tormenta o desarrollo vertical.

Verano 2021, ejemplo mas cercano

Eso lo que se produce especialmente en la primera mitad del otoño. Si miramos zonas de Galicia y quizás Asturias: Últimamente se está produciendo un retroceso de Anticiclón durante el verano, provocando un aumento de la humedad. Una de las principales causas podría ser el aumento de las temperaturas del océano Atlántico Norte, haciendo que el Anticiclón no esté cómodo, y la presión sea más baja en zonas del noroeste peninsular. En este caso, al estar a las "puerta del Atlántico Norte", cualquier mínima inestabilidad o humedad, se puede traducir en nieblas, nubes bajas o incluso algunas precipitaciones.

En la segunda mitad de este otoño 2021 y el invierno 2021/2022, como ya hemos hablado anteriormente, tuvimos una niña en el Pacífico. Con gran probabilidad en toda la península Ibérica y Baleares fuimos testigos de ello. La circulación del chorro polar se vio totalmente afectada, haciendo que constantemente se formará un potente bloqueo anticiclón o un tren de Anticiclónes que impidió llegar las lluvias a muchas zonas del país, y en otras zonas como el Cantábrico alguna ligera consecuencia del chorro polar provocó lluvias muy intensas en diciembre y a principios de enero, pero esto ya no tiene que ver con la niña. Como he dicho antes, todo está conectado y otra mínima teleconexion puede propiciar un cambio rotundo sobre alguna zona o más zonas, y que finalmente no sea un invierno seco o muy seco, como ha sido este en casi todo el país.

Ahora en marzo ya no somos testigos de ello, o eso parece de momento. La circulación se desvía hacia el sur al pasar Azores, y eso ya no impide la entrada de lluvias, y si impide que el Anticiclón se forme en nuestra área. Algo que había ocurrido en 2017/2018. En este caso, el vórtice polar como ahora en marzo estuvo más debilitado y provocó que el Anticiclón no se formará sobre el sur de Europa, si no escandinava (aunque las lluvias no fueron en muchas zonas del país abundantes, si en otras como el norte).

Por lo tanto, añadiendo también otra teleconexion como es el vórtice polar que este año no impidió que la niña nos afectará con más intensidad que otros inviernos. Ahora en marzo la niña pierde fuerza o mejor dicho influencia sobre nuestro país, y también el vórtice polar está más debilitado por lo que ya no hay este problema para impedir que lleguen las lluvias. Eso no quita que haya otras teleconexiones que nos puedan impedir en las próximas semanas, pero por ahora NO.

Fuente: La Voz de Galicia

Seguro que ya habéis oído hablar de la corriente del Atlántico Norte o corriente de México. Pues bien, es una corriente que está suavizando el tiempo y el clima del Europa. Tanto es así, que muchas ciudades de Europa no ven nevar todos los años, o no ven un frío muy intenso. Lo de Filoma, Emma y Gloría debería ser habitual en nuestro país. Pero esta corriente está provocando que las temperaturas del océano durante el invierno no se lleguen a enfriar suficiente para que las masas que lleguen desde el Atlántico Norte con aire muy frío, y en muchos casos llegan muy húmedo pero con frío muy relativo y para nada intenso.

Fuera de nuestras fronteras la niña también produce cambios atmosféricos. En el este de Estados Unidos y sureste de Europa, donde el frío y las nevadas fueron bastante constantes, debido a la circulación descendente del chorro polar.

En este sentido, la niña igual que el niño produce cambios también zonas tropicales. El niño provoca que la cuenca del Atlántico tropical se formen menos ciclones tropicales y la niña todo lo contrario; esos vientos zonales con la niña son menos intensos

Pero en los últimos días estamos observando una anomalía que podría reducir la temporada de huracanes en el Atlántico. Afectar podría, pero de aquí a junio pueden pasar muchas cosas, y no podemos asegurar que se mantenga. En todo caso, si se produce está anomalía, en la zona de Cabo Verde y millas al oeste las tormentas pueden hacerse menos pronunciadas y costar más organizarse. Este es un punto clave en la temporada de huracanes del Atlántico, porque es donde aparecen la mayoría de ondas y fenómenos tormentosos, que luego se van organizando en su movimiento desde las costas occidentales de África.

En resumen, cómo ven las océanos tiene una gran cantidad de energía y que dependiendo de las temperaturas también llegan a producir cambios sobre la atmósfera, y da lugar que seamos testigos.